lunes, 30 de agosto de 2010

TERCERA PARTE: LOS PROBLEMAS SEXUALES Y LA MORAL


1. LA REPRESION COMO CAUSA DE PROBLEMAS SEXUALES

La actividada sexuale en nuestra civilización tiene dos caras. Es una fuente de placer y tambien una fuente de preocupaciones. Algunos de los problemas que se presentan son sólo inquietudes sin motivo, como ocurre típicamente cuando se teme que tal o cual cosa sea "anormal" o, que produsca enfermedad.


la inmensa mayoría de las dificultades sexuales tienen una y solo una fuente: la represión. Esta afirmación general ha sido tan repetida que poco a poco perdió significado. Para devolverselo tenemos que precisar concretamente cómo ejerce su poder deletéreo.


La represión actua de dos formas principales


La primera consiste en calificar al sexo, por supuesto negativamente, en moralizar. "El sexo es malo". Esta convicción, inyectada desde antes de que el sujeto tenga juicio crítico, lo remplaza y se transforma en su propia manera de pensar, en prejuicio, en ideología. Más tarde, -es casi inevitable- la vida le plantea situaciones tentadoras o proposiciones directas. Así nace la contradicción, y con ella la angustia. Si se abstiene, fiel a sus prejuicios, queda insatisfecho. Si no se abstiene, ha trasgredido sus propias convicciones y se siente culpable -y posiblemente insatisfechode todas maneras-. Si la sociedad por fin levanta la interdicción, por ejemplo cuando se casa, ya la culpa y la ansiedad son viejas compañeras y el sexo sigue siendo tomado como sucio.


La segunda forma de represión actúa por emisión, en varios sentidos que no podemos analizar en detalle.


La omisión es una forma de calificar. El padre no permite que su hijo de ocho años lo vea cuando se está balando, le está diciendo que la desnudez es mala. Por qué si no le prohibe verlo? Cuando durante el almuerzo familiar se toca el tema de la vecina soltera que quedó embarazada, y repentinamente se hace un pesado silencio, se está diciendo que el asunto es tan incalificable que ni siquiera puede hablarse de ello.


Por omisión se introducen otras deformaciones graves, las más graves. La adolescente que no permite que su acompañante la bese al volver de una fiesta, omite un inosente estado de exitación que es un indispensable enfrentamiento, y además se ejercita en reprimir y contener su propio deseo. Cuando tenga el consentimiento paterno y social, tendrá que empezar tardíamente el aprendizaje, contando con un lastre.


Primero tendrá que olvidar cómo se reprimía, soltarse, y recién entonces aprenderá a volver sensibles los labios y la piel, y la compleja coordinación neuromuscular que es la base del estado de exitación. La autocensura de la misma joven será tan cerrada que no cederá ni en la intimidad, y ella no se atreverá ni siquiera a solas y escondida, a investigar cómo son sus propios genitales. Hasta temerá tocarlos, como si quemaran. Cuando le empujen, vestida de blanco, a "cumplir con su deber conyugal", lo creerá la marcha al patíbulo. Irá esperando dolor, asco, culpa y verguenza y posiblemente eso encontrará.

He aquí el desolador panorama de la represión y sus consecuencias, evolucionando sin oposición.


martes, 24 de agosto de 2010

ESTIMULACION DEL PLACER EN EL HOMBRE


EXCITACIÓN

Cuando un hombre se excita, sus reacciones, como las de la mujer, no se limitan únicamente a sus órganos sexuales. La excitación comienza en el cerebro cuando un hombre se excita por algo real o imaginario. Así, la estimulación masculina es causada predominantemente por estímulos visuales: al "varón" le trastorna la ropa y el maquillaje, así como ver cuerpos femeninos desnudos o semidesnudos. Las experiencias de un hombre lo condicionan con rapidez; objetos y circunstancias relacionados con el sexo también pueden provocar la excitación. De esta manera, y sin contacto físico alguno la excitación masculina se produce rápidamente.

Los mensajes trasmitidos por el cerebro a través de la médula espinal provocan el flujo de sangre hacia el pene, lo que produce la erección. El miembro masculino, que en reposo permanece flácido y colgante, se convierte en un órgano palpitante, rígido, erecto y con venas prominentes.

Por medio del control cuidadoso de la variación e intensidad de las técnicas de estímulo, la erección puede mantenerse por periodos de tiempo prolongados o puede perderse parcialmente y conseguirse de nuevo en varias ocasiones durante un periodo de estimulación prolongado.

La erección puede interrumpirse con facilidad debido a estímulos no sexuales, aún cuando la estimulación sexual prosiga. Un gran ruido inesperado, un cambio en la iluminación o temperatura o cualquier forma de distracción mental puede implicar la pérdida parcial, o incluso total, de la erección.

Además de causar la erección del pene, el aumento de flujo sanguíneo provoca el enrojecimiento de la piel aproximadamente en la cuarta parte de los hombres. Este flujo sexual comienza en el abdomen inferior y se extiende sobre la piel del pecho, cuello y rostro. Puede aparecer en los hombros, antebrazos y muslos. Después de la eyaculación, el flujo sexual desaparece con gran rapidez: primero en hombros y extremidades, luego en el pecho y, finalmente, en el cuello y en el rostro.

El pecho del hombre, al igual que el de la mujer, responde a la estimulación sexual. Aunque el patrón es inconsistente, con frecuencia tiene lugar una hinchazón y erección del pezón que puede desarrollarse sin contacto directo y durar hasta una hora después de la eyaculación. Muchas mujeres no saben que los pezones del hombre, e incluso el pecho, pueden convertirse en zonas erógenas si se les da la estimulación suficiente.

El promedio de latidos del corazón masculino se incrementa con la excitación sexual; también se acelera su ritmo respiratorio y se eleva la presión sanguínea. El escroto aumenta de grosor y los testículos se adhieren al cuerpo. Muchos hombres sudan inmediatamente después de la eyaculación, pero no es proporcional a la cantidad de ejercicio físico realizado durante el acto sexual. Por lo general la sudoración está limitada a las palmas de las manos y a las plantas de los pies, aunque puede aparecer en el tronco, cabeza, rostro y cuello.

2.FASE DE MESETA

Una vez en el interior de la vagina, el hombre comienza los movimientos de penetración; el pene alcanza su tamaño máximo y los testículos se elevan.

Momentos antes del orgasmo existe por un instante una sensación de eyaculación inevitable. Desde el comienzo de esta sensación existe un breve intervalo, a lo sumo de dos o tres segundos, durante el cual el hombre siente que la eyaculación es inminente pero ya no puede evitar, prolongar o controlar el proceso de ninguna manera. Esta experiencia subjetiva de inevitabilidad tiene lugar cuando el líquido seminal se concentra en la uretra prostática, justo antes de que comience en realidad la emisión del mismo. Aunque el orgasmo de la mujer puede ser interrumpido por estímulos exteriores, el orgasmo masculino no puede detenerse hasta que se completa la eyaculación. No importa cual sea la intensidad de las distracciones exteriores: el hombre debe continuar sin tenerlas en consideración.

Justo antes de la eyaculación, el glande puede cambiar de color, y se puede formar una gota de líquido en la abertura uretral del pene. No se trata de líquido seminal sino de secreciones de la glándula de Cowper. A la vez que se elevan los testículos su tamaño se incrementa por los extremos. Llegado a este punto, la dificultad del pene para recuperar su estado flácido aumenta.

3.ORGASMO

Contracciones recurrentes y regulares de la uretra y de los músculos profundos del pene culminan en la eyaculación y las sensaciones de exquisito placer del orgasmo. La uretra penil se contrae rítmicamente a lo largo e impulsa a presión el fluido seminal por todo el pene, a menudo a distancia. Durante la eyaculación, el esfinter anal experimenta contracciones simultáneamente con las contracciones explosivas de la uretra.

Durante el orgasmo, el pene se contrae en forma similar a la vagina: las contracciones comienzan con intervalos de ocho décimas de segundos y, después de tres o cuatro esfuerzos mayores de expulsión, su frecuencia y capacidad expulsora decrecen con rapidez. Contracciones menores de la uretra peneana pueden continuar expulsando una mínima cantidad de líquido seminal, con escasa o ninguna fuerza, durante varios segundos y de manera irregular. Si un hombre se abstiene durante varios días, por lo general eyacula más cantidad de líquido seminal que cuando ha tenido más actividad sexual. Una eyaculación abundante es en general más placentera que una de menor volumen, por lo que el placer puede ser mayor después de un considerable periodo de continencia que después de repetidos orgasmos. Este patrón representa lo opuesto a lo declarado por las mujeres, que generalmente gozan del segundo o tercer orgasmo más que del primero.

El orgasmo y la eyaculación son dos procesos independientes, y pueden suceder al mismo tiempo o no; es decir, que uno puede darse sin el otro. El orgasmo consiste en súbitas sensaciones placenteras y relajamiento de la tensión, por lo general en el área genital y en otras partes del cuerpo; la eyaculación consiste en la descarga del líquido seminal a través del pene.

2.EL EJERCICIO DEL PLACER




Los estímulos
Tanto el hombre como la mujer pueden ser excitados por cualquier clase de estímulos:un recuerdo, una melodía, un perfume,el contacto ccidentalo deliberado con un objeto, un animal, o consigo mismo, o por el contacto con una persona del mismo sexo o del opuesto. Cada individuo, según su historia personal, es más sencible a una serie de estímulos, de la que por lo general no es totalmente consciente. Se trata de la organización de sus preferencias, a las que se llama Sistema de Valores Sexuales, y está en constante modificación y crecimiento, según las experiencias por las que va atravesando el sujeto. Así una mujer que a los veinte años se siente cautivada por los hombres musculosos y deportivos, a los veinticinco puede preferir intelectuales pálidos y delgados.

En la formación del Sistema de Valores Sexuales la sociedad interviene de manera directa y brutal. El gusto es modelado masivamente por la publicidad, que ofrece prototipos sexuales, generalmente identificados con las estrellas del cine. Tanto están trastocados los valores que no es extraño ver a una mujer admirando algún deforme galán que ignoraría fuera de la pantalla cinematográfica, mientras rechaza al vecino robusto y amable, porque su tipo no está de moda.

martes, 3 de agosto de 2010

SEGUNDA PARTE: EL PLACER SEXUAL: 1.EL APRENDIZAJE Y EL DESARROLLO DEL PLACER


Para empezar, ¿que es la actividad sexual?; es una actividad destinada a proporcionar placer, la definimos como un juego. El juego erótico es de la misma clase que, por ejemplo, el juego de los cachorros que se corren, se muerden o hacen como que cazan una pieza inexistente. Es una actividad libre cuyo único propósitoes el goce.

La base de ese placer es el sentido del tacto, una parte de la cual se especializa. Las sensaciones táctilescuyo asiento son los órganos genitales son algo distintas de las que provienen de cualquier otro lugar del cuerpo, en una situación desprovista de sentido erótico. Esa diferencia en la calidad de la sensación se debe por un lado a las condiciones anatómicas y fisiológicas con las que nacemos, como la delicadeza de la piel genital o su fina sensibilidad, y por otro lado a condiciones culturales, es decir, al aprendizaje. Por raro que parezca, debe aprenderse a percibir sensaciones eróticas con los órganos genitales. Infortunadamente algunas personas no lo aprenden en el momento oportuno, como le ocurre a las mujeres llamadas "frígidas", al menos a una parte de ella. Esas personas pueden tener la misma sensación cuando se les estimula los órganos genitales que cuando se les estimula cualquier 0tro lugar de la piel.

las condiciones del aprendizaje varían grandemente en relación a las condiciones sociales y culturales.

el aprendizaje comienza con el nacimiento. Las primeras fricciones que se le da al recién nacido cuando se le baña, las primeras caricias, le están enseñando a disfrutar el contacto suave con su piel. Enseguida aprende las primeras diferenciaciones: agradable-desagradable, frío-caliente, suave-áspero, etc. Poco a poco explora y descubre su propio cuerpo, palpándolo y particularmente moviéndolo. Poco antes de cumplir el primer año descubre sus genitales, en especial el varón , y con frecuencia encuentra que tocarlos es agradable, por lo que puede insistir. Es común que hasta los cuatro años niños y niñas estimulen sus genitales, "se masturben":: se están entrenando y desarrollando su capacidad de percibir sensaciones con ellos. Si el niño tiene oportunidad, a esa edad manifiesta interés por el cuerpo de los del "otro bando", y se despierta su curiosidad. Descubre así el sexo opuesto, aunque para él (o ella) todavía no es un sexo. Se interesa por esa diferencia de la misma manera que por las mariposas, a menos que una orientación puritana le haya creado malicia. El interés por los genitales ajenos y propios se expresa en la inclinación por los juegos sexulaes, como "el doctor" o "jugar a papá y mamá", que constituye otra etapa definida que dura hasta los ocho o nueve años, si una palisa no lo interrumpe antes.


Ese período provee un entrenamiento fundamental: la experiencia social. Al descubrir que "el otor bando" puede provocarle sensaciones placenteras, se orienta hacia él, poniendo un hito en su formación heterosexual. Posiblemente a esa edad se hacen explícitas las primeras prohibiciones. Por esa razón o por otras, el niño parece desinteresarse por el sexo hasta que el comienzo de la puberta plantea nuevas urgencias, que son permitidas en el varón, y reprimidas en la niña. El adolescente se vuelve hacia sí mismo, se masturba, con esto completa el aprendizaje individual, porque las sensaciones que él mismo se produce no difieren mucho de las que luego obtendrá en las relaciones sexuales completas.


Las caricias heterosexuales cubren todo el período que va de la pubertad hasta el matrimonio, alternando con la masturbación y a veces son experiencias homosexuales que por lo general sólo sirven para reforzar su inclinación hacia el sexo opuesto. Durante este período de noviazgos y caricias culmina su preparación.


Se refuerza y completa la comprensión de la naturaleza social de las relaciones sexuales, ya que al participar otra persona descubre y experimenta la reciprocidad. Explora y descubre otro cuerpo y deja que el suyo sea descubierto y explorado. Con todo, es una etapa de frustración e insatisfacción: no hay coito, ni verdaderas relaciones sexuales completas, a lo sumo orgasmos ocasionales.


En nuestra civilización la mujer ocupa un lugar secundario, también sexualmente. Por eso, de las conversaciones entre muchachos, o del consejo de algún padre "liberal" se suele aprender a usar a la mujer como objeto de placer. Este acondicionamiento se refuerza en los prostíbulos, ya que al tratar con mujeres inestimulantes se fija una pauta de conducta negativa: no se aprende a cultivar el bienestar y el placer de la compañera. Esto es lo que se conoce como machismo, actitud cultural muy difundida que sirve para ignorar lo más exquisito del trato con las mujeres en todos los terrenos.



8.EL ABORTO


La primera consideración que debe hacerse sobre este tema, es que se trata de un indiscutible derecho de la pareja, pero principalmente de la mujer, que es embarazada y la que sufrirálos procedimientos abortivos o tendrá el hijo. Toda decisión respecto al eventual nacimiento concierne en primer término al sexo femenino. La negación de este derecho cuestan muchas vidas que se pierden en abortos clandestinos, ya que la ilegalidad de dichos procedimientos no es la solución al problema de la necesidad de seguir interrumpiendo embarazos no deseados o no factibles.

Según estadísticas oficiales, se produce un aborto provocado cada tres o cuatro partos. Es decir, de todos los embarazos, del 20 al 30 por iento termina en aborto, lo que significa unos 250.000 provocados por año.

Debido a que el aborto es ilegal, la mayor parte de ellos se realizan en condiciones isalubres, lo que provoca la muerte de unas 1.500 mujeres por año, es decir, 4 por día.

La interrupción provocada del embarazo indeseado no es solamente un problema moral, que los hombres pueden discutir desde un escritorio o una tribuna, en papel de filósofos, sino esencialmente un problema de salud pública de primera importancia, que compete de lleno a la sexología, pero en primer lugar a las mismas mujeres y a todos los médicos.

El aborto efectuado en condiciones adecuadas, como en los países donde es legal, connstituye el acto quirúrgico más inocuo, produciendo menos consecuencias desfavorables y menos muertes que el parto "normal". No afecta la salud de la mujer, no compromete su fertilidad ni tiene consecuencias psicológicas negativas.


En América Latina el aborto es utilizado como anticonceptivo, en otros países es usado por las parejas o mujeres que fracasaron con los verdaderos anticonceptivos.


Los requisitos para efectuar un aborto son pocos. En primer lugar, que haya un embarazo y no un retraso menstrual. Por eso es imprescindible el diagnóstico correcto mediante una prueba de laboratorio o un examen ginecológico. En segundo lugar, que el embarazo no tenga más de unas once semanas. En tercero, pero lo más importante, que se realice en condiciones de higiene, asepcia y respeto por la mujer, y que lo haga un médico capacitado.


La diferencia entre un aborto hecho en condicones científicas y el que hace un aficionado es, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte.
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sindy milena riaño morales Personera INSTITUCION EDUCATIVA DEPARTAMENTAL ALFOSO LOPEZ PUMAREJO. felizmente soltera. vida magnifica.