viernes, 19 de noviembre de 2010

CONSEJOS DE SEXUALIDAD PARA LOS ADOLESCENTES


La llegada de la adolescencia -y consecuentemente el despertar de la sexualidad- genera muchos miedos, expectativas y una gran ansiedad en los más jóvenes. Es el momento de informar y crear conciencia, para que puedan adquirir desde temprana edad la madurez y naturalidad tan importantes para la vida sexual.

Para que los adolescentes aprendan a vivir su sexualidad de manera plena, sin trabas ni traumas que marcarán su comportamiento adulto, la orientación de padres y responsables es fundamental, haciendo hincapié acerca de los riesgos de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.


La adolescencia es la edad ideal para que las adolescentes comiencen las consultas ginecológicas: lo mejor sería iniciarlas antes de la primera relación sexual, buscando un profesional que despierte la confianza de la paciente para que pueda sentirse cómoda al tratar su intimidad.

Para un adolescente muchas veces resulta difícil interrogar a los mayores sobre sus dudas sexuales. La instrucción es un deber de los padres, que deben evitar el tono amenazante y aclarar las preguntas adolescentes de la manera más natural posible.

Pero la situación inversa también es muy frecuente, y si te cuesta hablar de sexo con tus hijos no dudes en buscar la ayuda de un profesional. Lo importante es que los adolescentes no se queden con ninguna duda, que podrá incluso tener consecuencias para su salud y para su futuro.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EDUCACIÒN SANITARIA


Es un hecho evidente que existe pràcticamente un total desconocimiento general de lo que son en realidad las enfermedades de transmisiòn sexual, las repercusiones que conllevan y cuàl debe ser la actitud que se ha de seguir en caso de apariciòn de una de ellas.


como se trata de un tema del cual no se ha podido hablar nunca libremente, la ignorancia es total, el miedo a lo desconocido lleva muchas veces a situaciones equìvocadas y a la falta de resoluciòn.


Por todo ello se debe implantar una educaciòn sanitaria completa respecto a las enfermedades de transmisiòn sexual, desde el escalòn màs sencillo, hasta llegar a convencer a las autoridades sanitarias de nuestro paìs, de que estamos frente a una situaciòn crìtica, a la que hay que buscar soluciones.


Si en algunos colegios se dan clases de educacòn sexual, se enseña a los alumnos la anatomìa tanto femenina, como masculina, la realizacòn mecànica del coito, el reconocimiento de las zonas erògenas del organismo y la fecundaciòn; ¿por què no enseñarles el riesgo sexual?


Dentro del riesgo sexual se encuentran dos vertientes: ¿còmo evitar el embarazo no deseado y la segunda, las enfermedades de tansmision sexual?



En cuanto a la primera, los jòvenes deberìan saber que hay una serìe de mètodos anticonceptivos ala alcance de todos. Si se ahondara y explicara bien, de forma sencilla y concreta, se ahorrarìa una ley de aprobar o no el aborto, ya que sòlo quedarìan embarazadas las mujeres que por voluntad propia asì lo desearan, aceptando el papel de madres.



En cuanto a la segunda, un estudio completo acerca de las enfermedades de transmisiòn sexual, serìa un paso muy importante para conseguir su erradicaciòn.


Pero todo lo concerniente a las enfermedades de transmisiòn sexual puede causar un impacto en la sociedad, que no lo acepta en forma positiva.


La publicaiòn de folletos simplificados, libros y revistas con esquemas de fácil comprensiòn para todo el mundo, sin el léxico mèdico que a veces puede resultar ininteligible ademàs de engorroso, ayudaria en gran manera a la ampliaciòn de estos conocimientos.


sábado, 6 de noviembre de 2010

¿QUE DEBE HACERSE EN CASO DE HABERSE CONTAGIADO DE UNA ENFERMEDAD DE TRANSMISIÓN SEXUAL?


Lo primero que hay que hacer es afrontar la situación de manera racional. Con conocimiento de causa. Saber que siempre que hay relaciones sexules existe la probabilidad de contagio, por lo que no hay que asustarse. Sobre todo, si se tiene plena conciencia de que, si se aplica un tratamiento corecto según la enfermedad de transmisión sexual, de que se trate, se llega a la curación completa, sin ninguna consecuencia posterior. Por lo tanto, no hay que tener ningún sentimiento de culpabilidad ni de verguenza. A nadie le resulta agradable padecer una enfermedad, por supuesto; pero no hay que sentirse culpable por ello. Son situaciones que pueden llegarse pero que, afortunadamente, tienen arreglo.



Cuando uno advierte que se ha contagiado y esto suele suceder cuando empiezan a surgir los primeros síntomas de la enfermedad, bajo ningún concepto debe tomar medicamentos para intentar la curación por si mismo.



Hay que acudir con la mayor rapidez posible en busca de médico especialista en enfermedades de transmisión sexual para que haga las exploraciones y análisis necesarios y, según los resultados que obtenga, instaure el tratamiento correcto cuanto antes. No es válido, en modo alguno, ingerir el mismo medicamento que haya tomado algún amigo o conocido que haya pasado por una experiencia parecida. Ni tan sólo répetir el medicamento de alguna dolencia propia similar anterior. No hay que olvidar que muchas enfermedades tienen síntomas muy semejantes, pero que están producidas por gérmenes diferentes, por lo que no siempre sirven los mismos antibióticos.


Tampoco hay que acudir a la primera farmacia que se tenga a mano o comprar cualquier antibiótico.


La única solución acertada es acudir el día siguiente, si no es posible el mismo día, al médico venereólogo para exponerle el problema.


Durante el tiempo que dure el tratamiento y mejor si se empieza desde el primer momento de la infección, no se deben tener nuevas relaciones sexuales, para evitar posteriores contagios.


No se deben ingerir bebidas alcohólicas, ya que son irritantes de la mucosa de la pared uretral, con lo que suelen empeorar los síntomas si se ingieren bebidas alcohólicas durante la enfermedad.


Debe evitarse la manipulación de la uretra. Los pacintes varones tienen la mala costumbre de exprimir o apretar la uretra o todo el pene con las manos para comprobar si sigue saliendo o ya sale secreción uretral.

viernes, 29 de octubre de 2010

HOMOSEXUALIDAD Y ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL



Cada vez observamos con mayor frecuencia el hecho de que la población homosexual masculina tiene un alto riesgo de adquirir cualquiera de las muchas enfermedades de transmisión sexual que se conocen actualmente. Incluimos en este grupo a los transexuales y transvestidos, hayan sido sometidos o no a intervensión quirúrgica, pues representan un colectivo con grandes posibilidades de padecer cualquiera de ellas.



Sin embargo, en las relaciones homosexuales femeninas o lesbianas, el riesgo es muy pequeño o casi nulo. Ello se debe fundamentalmente a razones anatómicas. En la mujer los órganos genitales son internos, por lo que difícilmente entrarán en contacto íntimodirecto la mucosa vaginal de ellas en una relación sexual.


En las civilazaciones de la antigua Grecia y Roma, la homosexualidad era muy frecuente y aceptada socialmente dentro de la normalidad, posteriormente a lo largo de la historia se ha considerado de manera negativa, siendo causa de castigo, destierro o incluso de la condena a muerte.


Hoy día sigue existiendo la homosexualidad y cada vez son más las personas que mantienen relaciones homosexuales o bisexuales en todos los países del mundo. Se estima un índice de prevalencia entre un 2 y un 10 por ciento de la población adulta masculina y las cifras más altas corresponden a los núcleos urbanos grandes.

Según Kinsey, existen diferentes tipos de homosexualidad, basándose en la correlación de distintos criterios, que incluyen el grado de actividad sexual, la estabilidad afectiva, los tipos y número de parejas habituales, el grado funcional, los problemas físicos hallados en las actividades sexuales y la individual aceptación o no de la propia homosexualidad.


Dedujo que existen cinco clases de personas y prácticas homosexuales: pareja cerrada, pareja abierta, funcional, disfuncional y asexual.


Pareja cerrada: corresponde aproximadamente al 16 por ciento de los encuestados. Son los que viven en forma de matrimonio estable con su pareja sexual, con una relación afectiva importante. En este grupo, el riesgo de contraer un enfermedad de transmisión sexual es nulo.


Pareja abierta:cerca del 29 por ciento de los homosexuales pertenecen a esta categoría. Mantienen relaciones sexuales y afectivas con su pareja, pero, además, cada uno por su cuenta o ambos a la vez, tienen múltiples contactos sexuales, con un número invariable de amigos, llevando a cabo muchas veces relaciones cruzadas. De este modo, aunque vivan en pareja, no pueden ser considerados como parejas románticas en sus relaciones con otras personas, interesándose ambos en la variedad de los contactos sexuales. Las personas que forman parte de parejas abiertas, suelen ser exclusivamente homosexuales, usando técnicas muy variables y refinadas, por lo que son considerados como un grupo de alto riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual y contagiarlas, a su vez, a los múltiples compañeros ocasionales.



Funcional: el 18 por ciento de los homosexuales pertenecen a esta categoría. Son personas no comprometidas emocionalmente con nadie, están solos. Tienen un alto número de contactos sexuales con personas diferentes, de su círculo habitual de amigos o con desconocidos encontrados en saunas, bares especiales, etc. Muchas veces tienen problemas de afectividad descompensada.


Al igual que en las parejas abiertas, e l riesgo del contagio de cualquiera de estas enfermedades de transmisión sexual es muy grande. Además suelen reincidir muchas veces en las mismas enfermedades y otras distintas.


Disfuncional: alrededor del 20 por ciento de los homosexuales mantienen relaciones sexuales pero tienen problemas para su propia aceptación de condición homosexual, lo que les puede crear granves trastornos psicológicos, sociales y de tipo emocional. Las relaciones sexuales difícilmente son satisfactorias con sus compañeros sexuales. Como mantienen relaciones con pocas personas diferentes, la posibilidad de contagio de enfermedades es menor que en los grupos anteriores.

Asexual: constituye el 16 por ciento. Tienen grandes dificultades para encontrar una pareja sexual y raramente mantienen relacione sexuales. Los que pertenecen a este grupo, al igual que las parejas cerradas, casi nunca se contagian de ninguna enfermedad.

miércoles, 20 de octubre de 2010

PROSTITUCIÓN Y ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL







Desde hace ya varios años se han dado diversas definiciones, para intentar describir de la manera más aproximada posible, en qué consiste la prostitución.
Se dice que es la práctica en la cual una mujer cede su cuerpo, para obtener alguna ganancia económica a cambio, a alguien que de otro modo, no estaría autorizado a tener ningún intercambio comercial con ella.

Otros han dicho que se trata de cualquier intercambio sexual donde la gratificación no es sexual ni afectiva, solamente económica.


Ejercen la prostitución cada vez con mayor frecuencia no sólo las mujeres sino también las personas de sexo masculino y los niños de ambos sexos, cuya subsistencia, o mudus vivendi depende de esos intercambios sexuales con trasacciones económicas de por medio.

Se trata pues, de personas de ambos sexos, que por un pago de contado aceptan tener relaciones sexuales con cualquier persona conocida o desconocida. Esta conducta viene motivada por la también creciente crisis económica mundial.


Este gran número de relaciones sexuales diferentes origina una gran cadena interminable de contagio de las enfermedades de transmisión sexual muy difícil de erradicar. Para conocer exactamente cuál es el papel que desempeña la prostitución en su transmisión, se deberían hacer estudios comparativos entre ésta y las personas que no la ejercen en períodos iguales de tiempo, mediante diagnósticos efectuados con los mismos análisis de laboratorio.

La incidencia y prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual varía notablemente: según el país, la frecuencia con que se hagan los controles sanitarios a las personas que ejercen la prostitución o usan de ella, al número periódico de sus contactos sexuales, al predominio en un momento determinado de una u otra enfermedad de transmisión sexual, de su mecanismo de transmisión y localización en el organismo, de las técnicas de diagnóstico disponibles, y de la eficacia de los tratamientos aplicados.


Estudios recientes realizados en diferentes países europeos y asiáticos, indican que las personas que ejercen la prostitución mantienen un alto índice de infecciones gonocócicas, que predominan sobre el resto de las otras enfermedades de transmisión sexual.


Aunque en algunos centros hospitalarios, se da un carné a las mujeres que ejercen este oficio, en el que consta que está sana y se hacen chequeos médicos periódicos; la verdad es que no se hace nada positivo respecto a las enfermedades de transmisión sexual, ni se toman medidas oportunas contra ellas ni existe nada eficaz para la erradicación.


La lucha contra las enfermedades de transmisión sexual derivadas de la prostitución, debe basarse en los siguientes puntos:


  • Recomendar seriamente a todas las personas que ejercen la prostitución que se sometan a reconocimientos sanitarios periódicos y se pongan en tratamiento en caso de padecer una enfermedad de trasmisión sexual.

  • La periodicidad de estos reconocimientos dependerá del número de contactos sexuales que se tengan.

  • Debería exigirse, como mínimo, un análisis de sangre para control de la sífilis y otro de secresiones genital, faríngea y anal.

  • Se tendrían que crear centros reconocidos y autorizados para realizar estas revisiones periódicas, exigiéndose siempre una cualificación para ello.




miércoles, 13 de octubre de 2010

7.LO SEXUAL Y LA SEXUALIDAD: LA GRAN DIFERENCIA




Mucha gente parece no darse cuenta de la enorme diferencia que existe entre lo sexual y la sexualidad, y nuestra cultura pasa por alto, generalmente esa distinción. Sin duda, nuestra sociedad está obsesionada por lo sexual, pero al mismo tiempo, cuando se trata de sexualidad, se muestra incómoda, evasiva y dispuesta a condenarla.


Como resultado millones de personas llevan una vida conyugal desdichada, y sin quererlo, preparan a sus hijos para sufrir igual suerte.


¿Cuál es, en realidad la diferencia entre lo sexual y la sexualidad?.
Lo primero corresponde a la fisiología: es lo que ocurre al organismo como resultado de la actividad sexual. El concepto de sexualidad, por otra parte, es más difícil de definir. Podemos decir que la sexualidad es aquella dimensión de la personalidad que adquiere su ímpetu del impulso reproductor. Es nuestra masculinidad o feminidad, la que desde la infancia, va caracterizando todo nuestro ser. No hay nacionalidad, edad, temperamento, raza, etc. que nos defina mejor que nuestro sexo.


La sexualidad no surge repentinamente en la pubertad. El niño la va conociendo en el pecho de su madre, en la caricia materna, en el calor de su cuerpo y en el tono de su voz. La conoce también por la manera diferente en que su padre lo sostiene en brazos, y el sonido diferente de la voz paterna. La conoce por el sentido del tacto mientras lo bañan. Conoce los placeres que brinda el estímulo sensual: los sonidos, los olores, el calor humano, los brazos. Y es de este aprendizaje, de estos principios de sexualidad, de los que se nutre su capacidad para llegar a sentir verdadera ternura, cariño, amor y pasión sexual.


La mayoría de los padres se dan cuenta, en forma más o menos vaga, de la corriente interior de sexualidad que existe en sus hijos. Muchos padres tienen la idea de que cuanto menos se les diga a los niños acerca del instinto sexual, tanto mejor; que con hacer caso omiso, el problema se desvanecerá. En la práctica, la "educación sexual" consiste en unos cuantos informes mínimos acerca de cómo nacen las criaturas en el seno materno, y, en el caso de las muchachas, una breve explicación sobre la mestruación y los riesgos del embarazo.


Actualmente, algunos padres opinan lo contrario, es decir que cuanto más se les diga a los niños, acerca de los temas sexuales, tanto mejor. Sostienen que si se bombardea a los niños con temas sobre sexualidad: láminas sobre reproducción, el instinto sexual y el control de la natalidad, crecerán estos sin dar la menor importancia a lo sexual, y también de esa forma el problema se desvanecerá por completo.


A nuestro entender, ninguno de los sistemas tiene gran éxito en lo que respecta a formar seres humanos capaces de sentimientos de ternura, responsabilidad y amor, porque, en el peor de los casos, niegan tanto lo sexual como la sexualidad, y en el mejor, dejan de nutrir esta última.


El método tradicional de eludir la cuestión forma jóvenes ignorantes que no saben otra cosa que meterse en líos. Y lo que es más importante, resulta inoperante porque no es posible imponer reglas prácticas a la sexualidad cuando con nuestra actitud estamos afirmando que no existe.


Aunque los padres se armen de valor y expliquen temas sexuales a sus hijos, las preguntas que se hacen los niños acerca de sus propios sentimientos, su instinto sexual, sobre el amor, queda sin respuesta.


Las personas que en familia se las dan de avanzadas en cuestiones sexuales, tampoco han llegado a comprender la sexualidad. Todo lo exteriorizan, sin dar oportunidad a sus hijos de explorar sus propios sentimientos. Sabrán mucho de la mecánica de la reproducción, y posiblemente poseerán un vocabulario que impresione a los de su edad, pero en el fondo se sienten tan confusos y desorientados como sus compañeros. El hecho de estar bien informado acerca de temas sexuales no sustituye, en modo alguno, el conocimiento y la conciencia del poder de la sexualidad.


Algunos hijos tienen el placer de crecer, en un hogar donde se revela no con palabras sino mediante una especie de efluvio, que sus padres gozan de una unión embellecida por la sexualidad. Puede que no hablen a sus hijos de materias sexuales, porque no encuentran con facilidad las palabras apropiadas, pero en alguna forma dan la impresión de que la sexualidad reina en ese hogar, y que esta es buena.


Esto, a nuestro parecer, es lo primero y lo más importante que debe establecerse: que la sexualidad existe, y es buena. Cuando los padres lo hayan reconocido así entre sus hijos (ya sea de palabra o mediante el ejemplo), entonces y sólo entonces podrán hablar convincentemente de la obligación que tiene el individuo de usar ese don de la sexualidad con juicio y con plena conciencia de su responsabilidad.


El antiguo concepto, basado en que la satisfacción sexual es un derecho del marido y un deber para la muje, sigue siendo un factor que contribuye a que en muchos matrimonios se explote y se deshonre la sexualidad. Toda la responsabilidad de limitar la experimentación sexual recae sobre la mujer. La mujer es más capaz de mantener un dominio sobre la conducta sexual.


El mal uso de la sexualidad sobre todo por parte de los muchachos, es una violación de su integridad y la de su compañera.












viernes, 8 de octubre de 2010

6.EL ADOLESCENTE Y EL PROBLEMA SEXUAL




A principios de siglo se enseñaba a los jóvenes que las relaciones sexuales eran una obligación biológica del matrimonio, y que como tal habían de tolerarse.



Hoy casi todos consideran que un sano apetito de consumar el amor es parte normal de la vida. Pero así como las muchachas no tienen ya que combatir la ignorancia ni los prejuicios, así también, dado que disfrutan de mayor libertad, se caen en el trance de tener que elegir y tomar decisiones, cosas por las cuales ni sus madres ni sus abuelas tuvieron que preocuparse.


Desgraciadamente es difícil que las jóvenes encuentren ayuda cuando se trata de tales decisiones. Muchas jóvenes se resisten a hablar de la cuestión sexual con sus padres, y muchos padres se alegran de que les ahorren ese trabajo.


¿El sentimiento sexual en los muchachos es diferente del que experimentan las chicas?

Existe una gran diferencia biológica y emocional entre los adolescentes de uno y otro sexo. En los muchachos el deseo sexual acomete con vilenta emoción; es un deseo inmediato, determinado, sin relación con los sentimientos, más hondos, del amor y la ternura. Aunque algunas jóvenes distinguen entre el amor y la atracción física, en la mayoría de ellas el deseo sexual está vinculado íntimamente a los sentimientos del amor romántico. El apetito sexual de la joven marcha (para decirlo figuradamente) al compás de su corazón, y en esto se distingue claramente del joven.

En cuanto a las relaciones sexuales se refiere, los muchachos son mucho más ligeros que las chicas, pero son también más apremiantes, y a menos que la joven entienda esta característica sicológica, sin duda se sentira confusa cuando el muchacho le haga requerimientos, lo cual no significa necesariamente que la ame.


Las jóvenas solteras que han perdido su virginidad, lo han lamentado después. Suelen llegar a la conclusión de que a ello las llevaron sentimientos distintos del amor: a veces, una rebelión contra la autoridad de sus padres; otras, algún anhelo desesperado, más que el apetito genésico normal.

jueves, 30 de septiembre de 2010

5.LA GENESIS DE UNA NUEVA MORAL


La moral antigua es la causa de todos o casi todos los problemas sexuales, y además de casi todos los libros de sexología. Si el sexo no estuviera tan reprimido no habría necesidad de escribir sobre él.


La nueva moral que se necesita, se genera a partir de nuevas azctitudes que se elaboran de manera cotidiana, a medida que se modifican las relaciones sociales que la moral debe regular.


Duerante el feudalismo se consideraba correcto que esl señor dispusiera de todas las virgenes el dia de su casamiento, lo mismo que disponía del trabajo, los bienes y la libertad del siervo. Actualmente se consideraría extraño que el patrón quisiera disponer de la esposa de su obrero. Esa conducta, esa ética ya no corresponde a las actuales relaciones sociales.


Estamos viviendo una época de cambios, no sólo en la moral. A eso, algunos entusiastas lo llaman "revolución sexual". El sexo no puede protagonizar revoluciones, no da para tanto. Se debe demoler toda represión sexual, para que el sexo adquiera pleno desarrollo, como una parte más de las actividades psicológicas y sociales humanas. Cuando eso se logre, sólo será una parte, nunca el centro de la vida o de la cultura.


Una nueva moral no se puede predicar en abstracto. Seguirá dependiendo de cada cultura, a cada sociedad.


Seguramente la moral del futuro considerará que la aparición del hombre, animal racional que planifica su propia vida, modificó los planes de la naturaleza.


Hasta el advenimiento de la especie humana, el placer había sido sólo una trampa para asegurar la reproducción, lo mismo que el color de las flores atrae a los insectos que aseguran su polinización. En el hombre el placer no es el único incentivo o estímulo, porque así como planifica su vida, puede planificar su reproducción. Ha separado reproducción y placer de manera irreversible.


La libertad sexual no puede ser independiente de la libertad del hombre, y los que quieren una verdadera revolución sexual deberían empezar a luchar por una revolución social. Al menos debemos estar contentos de los logros obtenidos parcialmente acerca de la liberación cotidiana. Debemos sacar la nueva moral de los libres y aplicarla a la vida.


lunes, 20 de septiembre de 2010

4.LA VIEJA MORAL


La cuestión sexual debería ser abordada desde l punto e vista biológico, ya que se trata de una función biológica, sin embargo se considera al sexo sólo desde el punto de vista moral. Ha sido prohibido, denigrado, discutido, y hasta protagonista de "revoluciones".

Muchas civilizaciones han tenido elementos represivos desde hace unos dos mil años se debate sobre el sexo.

Posiblemene esto obedece a la importancia de la reproducción -única función orgánica de tan profundas implicaciones sociales- en la organización comunitaria a través de la regulación de la familia y de la transmisión de la propiedad, por un lado; y por el otro a que la función sexual puede coartarse.

Razones del primer tipo entre otras causas, condujeron a que la mujer quede relegada a un segundo lugar en la sociedad, y a que se asocie femeneidad con pasividad.

La prohibición de iniciativa sexual a la mujer contribuye decisivamente a una escasa participación en el placer sexual, y es duende de perturbaciones profundas en toda relación sexual.

Desde que nuestra tradición religiosa occidental encontró con el ascetismo, se redicó una ética de continencia de todas las unciones controlables, junto con el horror por el cuerpo humano. Por ejemplo, cuando se fustigó la gula no se planteó que era perjudicial para la salud, por que ocasionaba obesidad, sino que era "pecado", a secas. Paralelamente se afirmó con mayor énfasis aún que el sexo, pecaminoso en sí mismo, sólo era tolerable si su fin era la reproducción, una especie de mal menor.


La sexualidad es la única función fisiológica que se puede postergar indefinidamente, por lo menos sin consecuencias visibles. Esta vulnerabilidad del sexo hizo tactible la moral que aún estamos padeciendo.


La nutrición y la reproducción son dos funciones vitales de la misma jerarquía, sólo que con la primera se es más benévola, está mejor ubicada en la moral y en las costumbres. A nadie se le critica que coma mucho, o coma uno u otro alimento, tampoco nadie se averguenza de tener hambre y mucho menos de comer. La palabra pudor no es aplicable en la alimentación.


Sin embargo no consideramos mostruoso prohibir el gose del tacto. Disfrutar de una manzana jugoza está bien, pero disfrutar de una caricia está mal. Al mismo tiempo que condena como "sucio" un beso entre un joven y una adolescente, ha considerado santo qumar viva a una loca acusándola de bruja, y mientras predica la caridad, catequiza a los indígenas herejes con la punta de un palo afilado.


De esa moral contradictoria hasta lo sanguinario hemos heredado la tradición que rige la conducta sexual, y a la que debemos la muralla de represión, ignorancia, angustia y culpa que se interpone entre la mano que acaricia y la piel acariciada.

lunes, 13 de septiembre de 2010

3.LOS MITOS


Aquí mencionamos algunas cuestiones que contaminan el campo de las ideas relativas al sexo, parte de la "ideología". En este terreno la represión encontró su mejor aliado en la falta de información científica rigurosa. A falta de ella se difundieron versiones domésticas e interesadas para explicar cuestiones que más inquietud generaban. Sólo una colección de mitos heterogéneos unidos por la misma orientación: una concepción peligrosa y sucia del sexo.

El "desgaste"
Es una convicción imprecisada e imprecisable e imprecisable arraigada. Nadi sabe exactamente qué cosa es la que se desgasta, sólo se sabe que afecara exclusivamente al sexo masculino. Parece referirse a dos ordenes de ideas diferentes. Por un lado, se cree que el organismo sufre con las relaciones sexuales; la otra supone que cada hombre viene dotado de una capacidad eyaculatoria limitada, con un número fijo y desconocido de ellas, por lo que ese bien no debe dilapidarse para que alcance hasta la vejez.


La verdad es otra. El ejercicio de la función sexual no desgasta ni cuantitativa ni cualitativamente. Equivale a un ejercicio físico, de intensidad proporcional al esfuerzo realizado. Por eso sólo puede ser perjudicial para enfermos graves, como algunos ancianos cardíacos. En la persona sana, por el contrario, el ejercicio sexual temprano prolonga la aptitud y la potencia. La actividad sexual no sólo no desgasta, sino que el entrenamiento la fortalece.


La abstinencia

Resume toda la represión. Los teóricos de la abstinencia centran su defensa en dos nociones:



  1. Es preferible no tener relaciones a tenerlas malas (por ejemplo con prostitutas). Hay que reservar el ejercicio sexual para cuando las condiciones sean ideales, cuando hay amor en la pareja.


  2. La abstinencia no ocasiona ningún daño, ni a la salud, ni de otro tipo.

En un punto coincidimos: las relaciones prostituidas son deprorables. Pero la afirmación de los puritanos es puramente verbal, porque en los hechos hacen todo lo contrario: son los puritanos los que abogan por la apertura de prostíbulos para "proteger a las niñas de familia". Es una manifestación mas de la doble moral cimentada en la hipocesía.


Los que quieren evitar que hombre y mujer tengan "malas" relaciones sexuales, por el contrario, los condenan a que sean malas. Al impedirles experiencias oportunas causan daños que pueden ser duraderos, como ya hemos visto.


Al poner como condición el Amor (con mayúsculas), no sólo impiden el placer sexual, sino que le ponen trabas al mismo amor (sin mayúsculas, el verdadero, el humano. ¿Qué puede saber del amor una persona que no ha experimentado el goce erótico?


El erotismo es parte de ese sentimiento, y parte importante pero independiente y previo. En cierto modo el sexo es la escuela del amor. Por otra parte, la exigencia metafísica de amor adultera la realidad. No es cierto que una pareja deba estar enamorada para disfrutar de sexo. Es imprescindible que se respete y aprecie. Puede ocurrir que el sexo despierte el sentimiento amoroso, pero el amor no es imprescindible. Si lo fuera, y para ser realistas, la inmensa mayoría de los matrimonios tendrían que cesar su actividad sexual inmediatamente.


Para los puritanos son "malas" las relaciones sexuales que no son ideales. Por definición, si son ideales son irreales, imposibles de alcanzar. Para nosotros son malas las relaciones en que las que no se obtiene todo el placer posible, las que necesitan ser perfeccionadas. Es un concepto ralativo, no absoluto.


Las relaciones malas son siempre las iniciales, porque todavía se sabe poco, y precisamente a través de ellas se aprende. Son malas las relaciones de hoy, porque mañana serán mejores, ya que el perfeccionalismo debe ser inherente al ejercicio sexual. Por eso, cualquier relación sexual es preferible a la abstinencia.


La segunda afirmación es posible porque nadie, que se sepa, la abstinencia le produjo un ataque cardiaco. La abstinencia no es neutra en relación a la salud, ni aún suponiendo que la persona no sintiera ninguna necesidad sexual. Es una severa deprivación social y afectiva, por lo que debe emplearse mucha energía psicológica en compensarla. Además en la realidad, la abstinencia da lugar a un permanente estado de tensión sexual, puesto que nunca es satisfecho, por lo que gran parte de la capacidad del individuo debe destinarse a neutralizarlo.


Es posible que con los años la urgencia sexual se atenúe, "se atrofie", precisamente por la falta de ejercicio y por el desarrollo de mecanismos represores, cuando son posibles. Esto es lo que esperan los puritanos, y a esto se está negando el mundo.


"La mujer no necesita tener relaciones sexuales"


Hace muchos años que no escuchabamos esta afirmación, que tuvo gran difusión, y que se daba por sentada como verdad demostrada.


La convicción de que la función sexual es imprescindible e impostergable en el hombre, pero secundaria en la mujer, estaba basada en la idea de que la continua producción de semen debía ser evacuada periódicamente. En caso contrario podrían producirse enfermedades mentales o desgracias no explicitadas. Estaba vagamente asociada a la idea de que la mestruación también es necesaria "porque si no la sangre se sube a la cabeza", y era el sustrato del derecho sexual del hombre y del deber de abstinencia de la mujer. Fundamentaba también la infidelidad masculina y la tolerancia de su esposa al respecto. Al mismo tiempo, no es de extrañar que una mujer frígida durante largos años, e ignorante de sus posibilidades mantuviera con sinceridad la creencia de que "una no necesita".




martes, 7 de septiembre de 2010

2. LA INICIACIÓN SEXUAL



Conociendo el contexto terrorífico en el que se desenvuelve el sexo, y las dificultades prácticas inherentes a una actividad socialmente reprobada, no es sorprendente que la iniciación sexual sea una aventura muchas veces desagradable.


En este tema, por excepción, se comete, según creo, una injusticia contra los hombres. Muchas voces se alzaron en defensa de la joven virgen, víctima de una iniciación deplorable casi siempre. Se han aportado sugerencias y consejos para ayudarle y sobrellevar el amargo trance, todos nos hemos condolido de la pobre mujer. Pero, lo mismo que el día que tiene un hijo, nadie se acuerda del hombre. Todo conspira para que el problema recaiga sobre la mujer, pero esto no significa que la iniciación masculina sea lo opuesto. Por lo contrario siguiendo una lógica rigurosa, la iniciación del varón suele ser tanto o más penosa que la de la mujer, ya que lo decisivo no son las características anatómicas sino las condiciones sociales. También el hombre suele cargar de por vida, consciente de ello o no, la rémora de un comienzo penoso.


En la práctica, por lo menos para la clase media latinoamericana, casi siempre el adolescente es compelido a iniciarse, bien por su padre, que cumple con "el deber de orientarlo", aunque no muy expresivamente, o por un tío "experto en esas cosas", o con frecuencia, por su grupo de amigos. En este caso, una ruidosa alegría matizada por el relato de insuperable hazaña, todas fantásticas, oculta el verdadero terror colectivo. En el camino y durante los preparativos comienza a intuir, por la vía más dolorosa, la responsabilidad de su desempeño, concebido como la necesidad de demostrar públicamente su virilidad; todo su prestigió está involucrado. Por eso, una misma duda corroe todos los cerebros: ¿"podré"?. En este estado de ánimo llegan al lugar, un burdel o alguna ruidosa casa suburbana, siempre sofocante y deprimentes, donde se turnan esa espera! para encontrarse con una prostituta veterana, y siempre sucia y perfumada. Cuando le toca su turno, ella intenta animarlo, pero grosera y despectiva, sólo consigue remarcar el ridículo. La feminidad, anhelada como delicadeza romántica, se le presenta en cambio repugnante y brutal. Si a pesar de todo "puede", la euforia por haber pasado la prueba, y la salida triunfal, relegan en la memoria el asco y la decepción.


Pocos jóvenes tienen oportunidad de una iniciación mejor, lejos de la mugre y el peligro de enfermedades venéreas. Posiblemente tardará muchos años en descubrir que su iniciación sexual no tuvo nada de sexual.


En comparación con él, la mujer es afortunada. Suele tener posibilidad de elegir compañero y circunstancias. Si la situación no es ideal, por lo menos es decorosa.


Ya nos hemos referido al aspecto técnico del desfloramiento. Ahora sólo es necesario decir que la técnica es secundaria al efecto y comprensión. Para que el desfloramiento deje un recuerdo grato no es necesario que haya sentimientos con mayúsculas. En cambio es imprescindible controlar y dominar las circunstancias: tener comodidad, evitar posibles interrupciones, no tener apuro, adoptar las medidas anticonceptivas necesarias si es el caso, etc. Como dijimos el himén es casi inexistente en la mayoría de las mujeres, de lo que ella tiene que estar correctamente informada en su primer encuentro. Si existe su rasgadura pasa desapercibida si ocurre cuando hay una alto grado de excitación; muchas mujeres no han advertido su propio desfloramiento. Como la zona genital puede quedar ligeramente irritada, es preferible esperar unos días antes de intentar nuevos acercamientos.


No es infrecuente que la expectativa y unas gotas de temor, más la inexperiencia, traben el desarrollo de la exitación femenina, de manera que su primera cita no le resulta especialmente satisfactoria. Eso no debe sorprenderle. Un alto nivel de tensión y satisfacción sólo se obtendrá con la práctica, con el conocimiento y adaptación al compañero, y con el progresivo conocimiento de sí misma.

lunes, 30 de agosto de 2010

TERCERA PARTE: LOS PROBLEMAS SEXUALES Y LA MORAL


1. LA REPRESION COMO CAUSA DE PROBLEMAS SEXUALES

La actividada sexuale en nuestra civilización tiene dos caras. Es una fuente de placer y tambien una fuente de preocupaciones. Algunos de los problemas que se presentan son sólo inquietudes sin motivo, como ocurre típicamente cuando se teme que tal o cual cosa sea "anormal" o, que produsca enfermedad.


la inmensa mayoría de las dificultades sexuales tienen una y solo una fuente: la represión. Esta afirmación general ha sido tan repetida que poco a poco perdió significado. Para devolverselo tenemos que precisar concretamente cómo ejerce su poder deletéreo.


La represión actua de dos formas principales


La primera consiste en calificar al sexo, por supuesto negativamente, en moralizar. "El sexo es malo". Esta convicción, inyectada desde antes de que el sujeto tenga juicio crítico, lo remplaza y se transforma en su propia manera de pensar, en prejuicio, en ideología. Más tarde, -es casi inevitable- la vida le plantea situaciones tentadoras o proposiciones directas. Así nace la contradicción, y con ella la angustia. Si se abstiene, fiel a sus prejuicios, queda insatisfecho. Si no se abstiene, ha trasgredido sus propias convicciones y se siente culpable -y posiblemente insatisfechode todas maneras-. Si la sociedad por fin levanta la interdicción, por ejemplo cuando se casa, ya la culpa y la ansiedad son viejas compañeras y el sexo sigue siendo tomado como sucio.


La segunda forma de represión actúa por emisión, en varios sentidos que no podemos analizar en detalle.


La omisión es una forma de calificar. El padre no permite que su hijo de ocho años lo vea cuando se está balando, le está diciendo que la desnudez es mala. Por qué si no le prohibe verlo? Cuando durante el almuerzo familiar se toca el tema de la vecina soltera que quedó embarazada, y repentinamente se hace un pesado silencio, se está diciendo que el asunto es tan incalificable que ni siquiera puede hablarse de ello.


Por omisión se introducen otras deformaciones graves, las más graves. La adolescente que no permite que su acompañante la bese al volver de una fiesta, omite un inosente estado de exitación que es un indispensable enfrentamiento, y además se ejercita en reprimir y contener su propio deseo. Cuando tenga el consentimiento paterno y social, tendrá que empezar tardíamente el aprendizaje, contando con un lastre.


Primero tendrá que olvidar cómo se reprimía, soltarse, y recién entonces aprenderá a volver sensibles los labios y la piel, y la compleja coordinación neuromuscular que es la base del estado de exitación. La autocensura de la misma joven será tan cerrada que no cederá ni en la intimidad, y ella no se atreverá ni siquiera a solas y escondida, a investigar cómo son sus propios genitales. Hasta temerá tocarlos, como si quemaran. Cuando le empujen, vestida de blanco, a "cumplir con su deber conyugal", lo creerá la marcha al patíbulo. Irá esperando dolor, asco, culpa y verguenza y posiblemente eso encontrará.

He aquí el desolador panorama de la represión y sus consecuencias, evolucionando sin oposición.


martes, 24 de agosto de 2010

ESTIMULACION DEL PLACER EN EL HOMBRE


EXCITACIÓN

Cuando un hombre se excita, sus reacciones, como las de la mujer, no se limitan únicamente a sus órganos sexuales. La excitación comienza en el cerebro cuando un hombre se excita por algo real o imaginario. Así, la estimulación masculina es causada predominantemente por estímulos visuales: al "varón" le trastorna la ropa y el maquillaje, así como ver cuerpos femeninos desnudos o semidesnudos. Las experiencias de un hombre lo condicionan con rapidez; objetos y circunstancias relacionados con el sexo también pueden provocar la excitación. De esta manera, y sin contacto físico alguno la excitación masculina se produce rápidamente.

Los mensajes trasmitidos por el cerebro a través de la médula espinal provocan el flujo de sangre hacia el pene, lo que produce la erección. El miembro masculino, que en reposo permanece flácido y colgante, se convierte en un órgano palpitante, rígido, erecto y con venas prominentes.

Por medio del control cuidadoso de la variación e intensidad de las técnicas de estímulo, la erección puede mantenerse por periodos de tiempo prolongados o puede perderse parcialmente y conseguirse de nuevo en varias ocasiones durante un periodo de estimulación prolongado.

La erección puede interrumpirse con facilidad debido a estímulos no sexuales, aún cuando la estimulación sexual prosiga. Un gran ruido inesperado, un cambio en la iluminación o temperatura o cualquier forma de distracción mental puede implicar la pérdida parcial, o incluso total, de la erección.

Además de causar la erección del pene, el aumento de flujo sanguíneo provoca el enrojecimiento de la piel aproximadamente en la cuarta parte de los hombres. Este flujo sexual comienza en el abdomen inferior y se extiende sobre la piel del pecho, cuello y rostro. Puede aparecer en los hombros, antebrazos y muslos. Después de la eyaculación, el flujo sexual desaparece con gran rapidez: primero en hombros y extremidades, luego en el pecho y, finalmente, en el cuello y en el rostro.

El pecho del hombre, al igual que el de la mujer, responde a la estimulación sexual. Aunque el patrón es inconsistente, con frecuencia tiene lugar una hinchazón y erección del pezón que puede desarrollarse sin contacto directo y durar hasta una hora después de la eyaculación. Muchas mujeres no saben que los pezones del hombre, e incluso el pecho, pueden convertirse en zonas erógenas si se les da la estimulación suficiente.

El promedio de latidos del corazón masculino se incrementa con la excitación sexual; también se acelera su ritmo respiratorio y se eleva la presión sanguínea. El escroto aumenta de grosor y los testículos se adhieren al cuerpo. Muchos hombres sudan inmediatamente después de la eyaculación, pero no es proporcional a la cantidad de ejercicio físico realizado durante el acto sexual. Por lo general la sudoración está limitada a las palmas de las manos y a las plantas de los pies, aunque puede aparecer en el tronco, cabeza, rostro y cuello.

2.FASE DE MESETA

Una vez en el interior de la vagina, el hombre comienza los movimientos de penetración; el pene alcanza su tamaño máximo y los testículos se elevan.

Momentos antes del orgasmo existe por un instante una sensación de eyaculación inevitable. Desde el comienzo de esta sensación existe un breve intervalo, a lo sumo de dos o tres segundos, durante el cual el hombre siente que la eyaculación es inminente pero ya no puede evitar, prolongar o controlar el proceso de ninguna manera. Esta experiencia subjetiva de inevitabilidad tiene lugar cuando el líquido seminal se concentra en la uretra prostática, justo antes de que comience en realidad la emisión del mismo. Aunque el orgasmo de la mujer puede ser interrumpido por estímulos exteriores, el orgasmo masculino no puede detenerse hasta que se completa la eyaculación. No importa cual sea la intensidad de las distracciones exteriores: el hombre debe continuar sin tenerlas en consideración.

Justo antes de la eyaculación, el glande puede cambiar de color, y se puede formar una gota de líquido en la abertura uretral del pene. No se trata de líquido seminal sino de secreciones de la glándula de Cowper. A la vez que se elevan los testículos su tamaño se incrementa por los extremos. Llegado a este punto, la dificultad del pene para recuperar su estado flácido aumenta.

3.ORGASMO

Contracciones recurrentes y regulares de la uretra y de los músculos profundos del pene culminan en la eyaculación y las sensaciones de exquisito placer del orgasmo. La uretra penil se contrae rítmicamente a lo largo e impulsa a presión el fluido seminal por todo el pene, a menudo a distancia. Durante la eyaculación, el esfinter anal experimenta contracciones simultáneamente con las contracciones explosivas de la uretra.

Durante el orgasmo, el pene se contrae en forma similar a la vagina: las contracciones comienzan con intervalos de ocho décimas de segundos y, después de tres o cuatro esfuerzos mayores de expulsión, su frecuencia y capacidad expulsora decrecen con rapidez. Contracciones menores de la uretra peneana pueden continuar expulsando una mínima cantidad de líquido seminal, con escasa o ninguna fuerza, durante varios segundos y de manera irregular. Si un hombre se abstiene durante varios días, por lo general eyacula más cantidad de líquido seminal que cuando ha tenido más actividad sexual. Una eyaculación abundante es en general más placentera que una de menor volumen, por lo que el placer puede ser mayor después de un considerable periodo de continencia que después de repetidos orgasmos. Este patrón representa lo opuesto a lo declarado por las mujeres, que generalmente gozan del segundo o tercer orgasmo más que del primero.

El orgasmo y la eyaculación son dos procesos independientes, y pueden suceder al mismo tiempo o no; es decir, que uno puede darse sin el otro. El orgasmo consiste en súbitas sensaciones placenteras y relajamiento de la tensión, por lo general en el área genital y en otras partes del cuerpo; la eyaculación consiste en la descarga del líquido seminal a través del pene.

2.EL EJERCICIO DEL PLACER




Los estímulos
Tanto el hombre como la mujer pueden ser excitados por cualquier clase de estímulos:un recuerdo, una melodía, un perfume,el contacto ccidentalo deliberado con un objeto, un animal, o consigo mismo, o por el contacto con una persona del mismo sexo o del opuesto. Cada individuo, según su historia personal, es más sencible a una serie de estímulos, de la que por lo general no es totalmente consciente. Se trata de la organización de sus preferencias, a las que se llama Sistema de Valores Sexuales, y está en constante modificación y crecimiento, según las experiencias por las que va atravesando el sujeto. Así una mujer que a los veinte años se siente cautivada por los hombres musculosos y deportivos, a los veinticinco puede preferir intelectuales pálidos y delgados.

En la formación del Sistema de Valores Sexuales la sociedad interviene de manera directa y brutal. El gusto es modelado masivamente por la publicidad, que ofrece prototipos sexuales, generalmente identificados con las estrellas del cine. Tanto están trastocados los valores que no es extraño ver a una mujer admirando algún deforme galán que ignoraría fuera de la pantalla cinematográfica, mientras rechaza al vecino robusto y amable, porque su tipo no está de moda.

martes, 3 de agosto de 2010

SEGUNDA PARTE: EL PLACER SEXUAL: 1.EL APRENDIZAJE Y EL DESARROLLO DEL PLACER


Para empezar, ¿que es la actividad sexual?; es una actividad destinada a proporcionar placer, la definimos como un juego. El juego erótico es de la misma clase que, por ejemplo, el juego de los cachorros que se corren, se muerden o hacen como que cazan una pieza inexistente. Es una actividad libre cuyo único propósitoes el goce.

La base de ese placer es el sentido del tacto, una parte de la cual se especializa. Las sensaciones táctilescuyo asiento son los órganos genitales son algo distintas de las que provienen de cualquier otro lugar del cuerpo, en una situación desprovista de sentido erótico. Esa diferencia en la calidad de la sensación se debe por un lado a las condiciones anatómicas y fisiológicas con las que nacemos, como la delicadeza de la piel genital o su fina sensibilidad, y por otro lado a condiciones culturales, es decir, al aprendizaje. Por raro que parezca, debe aprenderse a percibir sensaciones eróticas con los órganos genitales. Infortunadamente algunas personas no lo aprenden en el momento oportuno, como le ocurre a las mujeres llamadas "frígidas", al menos a una parte de ella. Esas personas pueden tener la misma sensación cuando se les estimula los órganos genitales que cuando se les estimula cualquier 0tro lugar de la piel.

las condiciones del aprendizaje varían grandemente en relación a las condiciones sociales y culturales.

el aprendizaje comienza con el nacimiento. Las primeras fricciones que se le da al recién nacido cuando se le baña, las primeras caricias, le están enseñando a disfrutar el contacto suave con su piel. Enseguida aprende las primeras diferenciaciones: agradable-desagradable, frío-caliente, suave-áspero, etc. Poco a poco explora y descubre su propio cuerpo, palpándolo y particularmente moviéndolo. Poco antes de cumplir el primer año descubre sus genitales, en especial el varón , y con frecuencia encuentra que tocarlos es agradable, por lo que puede insistir. Es común que hasta los cuatro años niños y niñas estimulen sus genitales, "se masturben":: se están entrenando y desarrollando su capacidad de percibir sensaciones con ellos. Si el niño tiene oportunidad, a esa edad manifiesta interés por el cuerpo de los del "otro bando", y se despierta su curiosidad. Descubre así el sexo opuesto, aunque para él (o ella) todavía no es un sexo. Se interesa por esa diferencia de la misma manera que por las mariposas, a menos que una orientación puritana le haya creado malicia. El interés por los genitales ajenos y propios se expresa en la inclinación por los juegos sexulaes, como "el doctor" o "jugar a papá y mamá", que constituye otra etapa definida que dura hasta los ocho o nueve años, si una palisa no lo interrumpe antes.


Ese período provee un entrenamiento fundamental: la experiencia social. Al descubrir que "el otor bando" puede provocarle sensaciones placenteras, se orienta hacia él, poniendo un hito en su formación heterosexual. Posiblemente a esa edad se hacen explícitas las primeras prohibiciones. Por esa razón o por otras, el niño parece desinteresarse por el sexo hasta que el comienzo de la puberta plantea nuevas urgencias, que son permitidas en el varón, y reprimidas en la niña. El adolescente se vuelve hacia sí mismo, se masturba, con esto completa el aprendizaje individual, porque las sensaciones que él mismo se produce no difieren mucho de las que luego obtendrá en las relaciones sexuales completas.


Las caricias heterosexuales cubren todo el período que va de la pubertad hasta el matrimonio, alternando con la masturbación y a veces son experiencias homosexuales que por lo general sólo sirven para reforzar su inclinación hacia el sexo opuesto. Durante este período de noviazgos y caricias culmina su preparación.


Se refuerza y completa la comprensión de la naturaleza social de las relaciones sexuales, ya que al participar otra persona descubre y experimenta la reciprocidad. Explora y descubre otro cuerpo y deja que el suyo sea descubierto y explorado. Con todo, es una etapa de frustración e insatisfacción: no hay coito, ni verdaderas relaciones sexuales completas, a lo sumo orgasmos ocasionales.


En nuestra civilización la mujer ocupa un lugar secundario, también sexualmente. Por eso, de las conversaciones entre muchachos, o del consejo de algún padre "liberal" se suele aprender a usar a la mujer como objeto de placer. Este acondicionamiento se refuerza en los prostíbulos, ya que al tratar con mujeres inestimulantes se fija una pauta de conducta negativa: no se aprende a cultivar el bienestar y el placer de la compañera. Esto es lo que se conoce como machismo, actitud cultural muy difundida que sirve para ignorar lo más exquisito del trato con las mujeres en todos los terrenos.



8.EL ABORTO


La primera consideración que debe hacerse sobre este tema, es que se trata de un indiscutible derecho de la pareja, pero principalmente de la mujer, que es embarazada y la que sufrirálos procedimientos abortivos o tendrá el hijo. Toda decisión respecto al eventual nacimiento concierne en primer término al sexo femenino. La negación de este derecho cuestan muchas vidas que se pierden en abortos clandestinos, ya que la ilegalidad de dichos procedimientos no es la solución al problema de la necesidad de seguir interrumpiendo embarazos no deseados o no factibles.

Según estadísticas oficiales, se produce un aborto provocado cada tres o cuatro partos. Es decir, de todos los embarazos, del 20 al 30 por iento termina en aborto, lo que significa unos 250.000 provocados por año.

Debido a que el aborto es ilegal, la mayor parte de ellos se realizan en condiciones isalubres, lo que provoca la muerte de unas 1.500 mujeres por año, es decir, 4 por día.

La interrupción provocada del embarazo indeseado no es solamente un problema moral, que los hombres pueden discutir desde un escritorio o una tribuna, en papel de filósofos, sino esencialmente un problema de salud pública de primera importancia, que compete de lleno a la sexología, pero en primer lugar a las mismas mujeres y a todos los médicos.

El aborto efectuado en condiciones adecuadas, como en los países donde es legal, connstituye el acto quirúrgico más inocuo, produciendo menos consecuencias desfavorables y menos muertes que el parto "normal". No afecta la salud de la mujer, no compromete su fertilidad ni tiene consecuencias psicológicas negativas.


En América Latina el aborto es utilizado como anticonceptivo, en otros países es usado por las parejas o mujeres que fracasaron con los verdaderos anticonceptivos.


Los requisitos para efectuar un aborto son pocos. En primer lugar, que haya un embarazo y no un retraso menstrual. Por eso es imprescindible el diagnóstico correcto mediante una prueba de laboratorio o un examen ginecológico. En segundo lugar, que el embarazo no tenga más de unas once semanas. En tercero, pero lo más importante, que se realice en condiciones de higiene, asepcia y respeto por la mujer, y que lo haga un médico capacitado.


La diferencia entre un aborto hecho en condicones científicas y el que hace un aficionado es, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte.

lunes, 26 de julio de 2010

7.LA ANTICONCEPCIÓN


HISTORIA DE LA ANTICONCEPCIÓN


El origen del control de la natalidad y la anticoncepción es coetáneo con el descubrimiento por nuestros antepasados de la asociación entre la práctica de relaciones sexuales y la posibilidad de embarazo de mujeres fértiles. Se deseaba espaciar la reproducción, adecuarla al momento más favorable, facilitarla o impedirla dependiendo de variadas circunstancias.

Espermicidas
Las primeras referencias escritas sobre espermicidas aparecen en papiros egipcios el año 1850 a.C. Múltiples sustancias han sido utilizadas a lo largo de la historia (carbonato sódico, vinagre, soluciones jabonosas..) En 1885 aparecen los supositorios de quinina, en 1937 le sustituirá el contraceptivo vaginal de acetato de fenilmercurio. En 1950 aparecen los surfactantes que siguien siendo el principal compuesto de los espermicidas o espermaticidas.

Dispositivo intrauterino
Se considera a Hipócrates (siglo IV a.C.) el precursor del Dispositivo intrauterino o (DIU) ya que descubrió el efecto anticonceptivo derivado de la colocación de un cuerpo extraño en el interior del útero de algunos animales. Pero no será hasta 1928 cuando el alemán Richard Richter inicie la anticoncepción intrauterina moderna que desde entonces ha mejorado su eficacia y duración.

Preservativos o condones
El preservativo masculino tiene antecedentes en Grecia y Roma donde se usaban membranas animales (de intestino y vejiga). En 1872 comienza la fabricación con caucho en Gran Bretaña. El primer diafragma femenino aparece en 1880. En 1993 comienza la comercialización del preservativo femenino.

Anticoncepción hormonal oral
La aparición de la píldora anticonceptiva en 1959 (ver Luis Ernesto Miramontes, Russel Marker, Carl Djerassi, George Rosenkranz y Gregory Goodwin Pincus) se considera uno de los avances más significativos en anticoncepción que transformó la vida sexual de las mujeres.[5] La píldora, mejorada constantemente, sigue siendo considerada una de las alternativas más eficaces (99,5%) y seguras entre los métodos anticonceptivos.

Anticoncepción hormonal vaginal
Desde 2002 se comercializa el anillo vaginal, similar en su efecto a la píldora pero más cómodo en su uso, con menores efectos secundarios, y con una eficacia del 99,7%.

Anticoncepción de emergencia (anticoncepción postcoital)
La primera administración de estrógenos postcoitales se produce en 1960.[8] A partir de 1975 se extiende el uso del denominado método de Yuzpe (Albert Yuzpe), tratamiento estándar durante 25 años que se ha ido sustituyendo desde finales del siglo XX por la denominada píldora del día después (levonorgestrel y mifepristona).[9] [10] En el año 2009 ha comenzado la comercialización del acetato de ulipristal (píldora de los cinco días después).

6.LA REPRODUCCION





LA REPRODUCCIÓN

es un proceso biológico que permite la creación de nuevos organismos, siendo una característica común de todas las formas de vida conocidas. Las dos modalidades básicas de reproducción se agrupan en dos tipos, que reciben los nombres de asexual o vegetativa y de sexual o generativa.


La fecundación consiste en la unión del óvulo, célula femenina, con el espermatozoide masculino. Ambos son, en un sentido, media célula, e incapaces de reproducirse. La unión de ambas restituye la unión y desencadena una vigorosa multiplicación celular, proyecto de un nuevo individuo distinto de cada uno de los, ya que hereda la mitad del padre y la mitada de la madre.


TIPOS DE REPRODUCCIÓN
El proceso de la replicación de los seres vivos, llamado reproducción, es una de sus características más importantes. Crea organismos nuevos, que pueden reemplazar a los que se hayan dañado o muerto. Existen dos tipos básicos:

Reproducción asexual

En la reproducción asexual un solo organismo es capaz de originar otros individuos nuevos, que son copias exactas del progenitor desde el punto de vista genético. Un claro ejemplo de reproducción asexual es la división de las bacterias en dos células hijas, que son genéticamente idénticas. En general, es la formación de un nuevo individuo a partir de células maternas, sin que exista meiosis, formación de gametos o fecundación. No hay, por lo tanto, intercambio de material genético (ADN). El ser vivo progenitado respeta las características y cualidades de sus progenitores.





Reproducción sexual

La reproducción sexual requiere la intervención de dos individuos, siendo de sexos diferentes. Los descendientes producidos como resultado de este proceso biológico, serán fruto de la combinación del ADN de ambos progenitores y, por tanto, serán genéticamente distintos a ellos. Esta forma de reproducción es la más frecuente en los organismos complejos. En este tipo de reproducción participan dos células haploides originadas por meiosis, los gametos, que se unirán durante la fecundación.



jueves, 8 de julio de 2010

5.FISIOLOGIA DE LAS RELACIONES SEXUALES


El coito es la actividad heterosexual en la que mediante la penetración se eleva y satisface la tensión sexual. Llamamos relaciones sexuales a la consecución de los mismos fines usando cualquier técnica, con o sin penetración.

Se ha investigado el proceso de la excitación producida esencialmente por la penetración, Los estudios de control permitieron comprobar que la respuesta era la misma independientemente de la forma de excitación. Nos permitimos referir la fisiología no del coito estrictamente, sino de las relaciones sexuales reales, en las que a menudo la pareja prescinde de la penetración, resolviendo la tensión sexual con cualquier técnica de estimulación.

La tensión sexual no es sólo un estado psicológico; es sobre todo es un estado fisiológico objetivo y mesurable. Su sustrato es el aumento de la tensión muscular y una vasodilatación (aumento del caudal de venas y arterias) generalizados, pero más acentuados en la zona pélvica, asiento de los genitales. La satisfacción sexual es el brusco retorno al estado anterior, con relajación muscular y desaparición de la congestión.

lunes, 28 de junio de 2010

4.LAS ZONAS EROGENAS




No solo los genitales son sensibles a los estímulos eróticos. Toda la piel lo es, aunque algunas zonas se han especializado, de manera que la estimulación de esas áreas produce sensaciones de connotación específicamente sexual.

Tanto las zonas genitales como las extragenitales han adquirido su capacidad específica a través del aprendizaje. Las primeras, además, estan predeterminadas por la anatomía, la fisiología y la cultura; podemos decir que, de manera normal, los genitales son ineludiblemente erógenos en tanto que las zonas extragenitales son exclusivamente adquiridas, y de cada biografía personal depende la sensibilidad, localización y riqueza de las zonas erógenas. Cualquier lugar del cuerpo puede serlo. Freud cita el caso de una mujer que se sentía irresistiblemente seducida cuando se le tocaban las axilas.

Esta abundancia de posibilidades no impide que algunas regiones sean sensibles a la mayoría de las personas.


Zonas erógenas extragenitales

Casi todas ellas son comunes a los dos sexos. Son: la cara externa e interna de los labios, la lengua, mejillas, las orejas, en especial el lóbulo, el cuello; la nuca, en especial en la mujer. Los senos; la parte inferior del abdomen y la cara interna de los muslos, más sensibles cuanto más cerca de su nacimiento de las piernas, por detrás de los genitales, llamada perineo. El ano es sencible en ambos sexos. Debe destacarse que el ano es una zona erógena tambien en el hombre.


Zonas erógenas genitales femeninas

El monte de venus debe ser considerado en este grupo porque a través de él se estimula indirectamente al clítoris.

El capuchón y el cuerpo del clítoris cubierto por éste son altamente sensibles. El glande del clítoris la mayoría de las veces es tan sensible que su estimulación puede volverese dolorosa con rapidez. La cara interna de los labios menores y el introito tienen rica sensibilidad táctil, pero responden altamente a la distensión y a la presión sobre los músculos que la rodean.

El clítoris tiene una doble función: de receptor, porque como todas las zonas erógenas recibe estímulos; y de transformador, porque los estímulos psicológicos o físicos recibidos en otras zonas son "traducidos" a sensación física pelviana de tensión sexual por este órgano.


Zonas erógenas genitales masculinas

La zona más sensible en el hombre es el glande. De él, la corona que lo rodea y el lugar de inserción del frenillo del prepucio -o el lugar que ocupaba, en los circundados-, que se encuentra en una pequeña depresión sobre la línea media de la cara ventral del pene, cerca del extremo. Toda la cara ventral del pene es es más sensible que la dorsal. El escroto y los testículos son prácticamente insensibles. Como ya hemos dicho, el perineo y el ano tienen alta sensibilidad.

lunes, 21 de junio de 2010

3.ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LOS GENITALES MASCULINOS



A diferencia de los órganos femeninos, los masculinos son casi exclusivamente externos, es decir, están a la vista. A diferencia también de la mujer, el mismo órgano sirve para la reproducción y el placer y para la emisión de la orina. Como recordamos el meato urinario femenino está cerca pero independientemente de la vagina. En el hombre, el mismo conducto, la uretra, conduce la orina desde la vejiga al exterior y alsemen líquido que contiene los espermatozoides.

El órgano más notorio es el pene; está constituido por tejido esponjoso eréctil, encerrado en una vaina fibrosa inextensible, de manera que al llenarse de sangre aumenta el tamaño y adquiere rigidez.En el extremo esta el glande, la parte más sensible, de color rosado y cubierto por un manguito de piel: es el prepucio, que se puede eliminar con la circuncisión.

EL ESCROTO:es una bolsa vellosa en el adulto, localizada por debajo de la raíz del pene, que contiene a los testículos.

LOS TESTÍCULOS:son dos, algo mayores que huevos de paloma, productores de hormonas masculinas y los espermatozoides, las células de la reproducción ya mencionadas. Sobre cada testículo hay una pequeña cresta carnosa, el epidídimo, constituido por un larguisimo tubo microscopico plegado donde los espermatozoides maduran. De él nace un tubo ascendente, el conducto deferente, que se puede palpar a través del escroto; pasa por delante de la vejiga, la rodea hacia atrás y termina en dos pequeñas bolsitas, las vesículas seminales, las que por fin desembocan al comienzo de la uretra. Los conductos deferentes son los que cortan y ligan en una operación muy sencilla llamada vasectomía, con fines anticonceptivos. Volviendo a las vesículas seminales, estas almacenan espermatozoides y producen una parte del liquido seminal o esperma. En el nacimiento de la uretra, rodeando a esta y al cuello de la vejiga esta la prostata, glándula consistente del tamaño de una ciruela, que suma su producción al líquido seminal. Existe otra formación de menor importancia, la glandula de Cowper.

Cuando se admite un estimulo erótico, un mecanismo reflejo no influenciable por la voluntad envía a las arterias y venas del pene la orden de dilatarse, aumentando su caudal llenado de sangre a las esponjas que forman el tejido eréctil. El pene aumenta de tamaño y rigidez lo mismo que un globo que se infla. La mucosa que cubre el glande se lubrica (excepto en los circuncidados), el escroto se reduce y los testículos comienzan a elevarse. Todo se dispuso rápidamente para la penetración.

Es necesario recalcar que la erección es un proceso independientemente de la voluntad, y nada puede ni debe hacer el individuo para facilitarla o dificultarl. Se produce como los latidos del corazón o la digestión, por mecanismos fisiológicos "automáticos". Solo cuando existen los estímulos y las condiciones ambientales apropiadas, y a veces sin ellos, se produce la erección. Lo mismo que otras funciones del organismo, puede perjudicarle que se le preste atencion. En el caso de la erección esto es especialmente cierto porque si el hombre se esfuerza en incrementarla o producirla, y esta pendiente de su progreso, involuntariamente deja de prestarle atención a su compañera y deja de persibir los estímulos que iniciaron su respuesta sexual.

miércoles, 16 de junio de 2010

2.ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LOS GENITALES FEMENINOS




LA VULVA:constituye la parte externa de los genitales femeninos, a los que protege. Esta formada por dos repliegues de piel; el primero, los labios mayores, cubiertos de bello por fuera en la mujer púber y por dentro,de suave mucosa, gruesos y acolchados, se unen en la linea media, protegiendo a la vulva. Por dentro de ellos se encuentran los labios menores, que son dos delgadas y elásticas laminas de color rosado. Se unen en el extremo superior formando un pliegue transversal de gran importancia que recibe el nombre de capuchón del clítoris porque cubre a este órgano de forma cilíndrica y tamaño pequeño y variable. El extremo o glande del clítoris suele asomar por debajo del capuchón aun en estado de reposo. Debajo del clítoris se encuentra un pequeño orificio, el meato urinario, el cual ´permite la salida de la orina, y por debajo de este, la vagina. El orificio de entrada a la vagina se llama introito, allí se descubre a veces una pequeña cinta delgada y elástica, de forma muy variable, el himen.En el 70% de las mujeres el himen tiene forma de letra "U".Raramente es una lamina perforada, con un orificio grande o varios pequeños. Por su forma y constitución, el himen no siempre impide la entrada a al vagina, sino que es común que pertenezca intacto después de mucho tiempo de vida sexual completa. Anatómicamente el himen no es guardián de la virginidad; solo por razones culturales, desde que se empezó a considerar importante que la mujer se casara virgen, se le atribuyó esa función, que es social o legal pero no fisiológica.

LA VAGINA: es un tubo hueco, rugoso y ligeramente húmedo, de color rosado subido, de paredes tan elásticas que durante el parto se estiran hasta permitir el paso del niño. Tiene unos ocho centímetros de longitud. En estado de reposo las paredes están adosadas entre si. Hacia el fondo, en la pared anterior se distingue un abulta miento rojo oscuro con un orificio central, llamado cuello del útero u hocico de tenca. Es el extremo inferior del útero, que se abre en la vagina a través de un orificio de dos a tres milímetros de diámetro en la mujer sin hijos. Esta ocupado por una sustancia gelatinosa que sirve de tapón, con la particularidad de ser periódicamente permeable a los espermatozoides.

ÚTERO O MATRIZ: tiene aproximadamante la forma y el tamaño de una pera pequeña aplanada, con el extremo menor hacia abajo y atrás. Arriba y a cada costado nacen dos tubos, las trompas de falopio, que se dirigen cada una hasta el ovario de su lado, al que rodean con una especie de embudo final, que recogerá una vez por mes el óvulo.

LOS OVARIOS: tienen la forma y tamaño de huevos de paloma y son macizos. En su superficie nacarada se encuentran miles de minúsculos abultamientos que a su turno crecerán, se transformaran en folículos llenos de liquido que al estallar expulsaran el ovulo, que mide 0,2 mm. Este caera en las trompas, sera llevado hasta el utero, y si no encuentra espermatozoides sera reabsorbido. Cuando llega un estimulo sexual aceptado, psicologico o fisico, es decir una imagen, un recuerdo, una fantasia o una caricia, se producen profundas transformaciones, expresion local de cambios en todo el organismo: el corazon la te mas rapido y la respiracion se acelera; las mejillas suelen enrojecer, la piel se pone mas caliente y mas rosada; los senos adquieren mayor volumen y los pezones se yerguen. Los musculos aumentan progresivamente su tension. Por su parte, los genitales comienzan a abrir las puertas, preparandose para la penetracion: los labios mayores se separan, se adelgazan y tienden a borrarse; los labios menores, que son esponjosos, se llenan de sangre y aumentan de espesor, curvandose y formando entre los dos como una bocina, como cuando se aproximan las manos a la boca para hacer oir mejor la voz.

LAS GLANDULAS DE BARTOLINO: desembocan entre el labio menor de su lado y el costado del introito; son dos, simetricas. Antes se suponia que proveian la lubricacion. Actualmente se pude asegurar que su funcion es casi nula.

lunes, 7 de junio de 2010

PRIMERA PARTE: LOS FUNDAMENTOS: 1.EL SEXO



1.EL SEXO
Es cada una de las dos partes imprescindibles para la perpetuacion de la especie. por su función,el sexo se define entonces en la reproducción.

No es esta la única función del sexo. Como casi todos sabemos, el desempeño sexual produce placer. Es este el aspecto que nos proponemos tratar.

En esencia, la reproducción y el placer son posibles cuando se unen sus dos mitades, la parte hembra y la parte macho. La hembra sera la encargada de aportar una célula fundamental, el ovalo, y de construir al futuro individuo bien protegido dentro de su propio cuerpo. Este proceso no comienza hasta que el macho no introduce dentro de la hembra un elemento que rompe el equilibrio, el espermatozoide.

por lo tanto, el organismo femenino esta biologicamente dispuesto para recibir y el masculino esta dispuesto a introducir.
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sindy milena riaño morales Personera INSTITUCION EDUCATIVA DEPARTAMENTAL ALFOSO LOPEZ PUMAREJO. felizmente soltera. vida magnifica.